Antes de abordar del tema que nos interesa, hablaremos brevemente sobre los mass media.
Atribuidas a los medios de comunicación de masas:
- Entretener, que habitualmente se indica en tercer lugar, pero que suele ser la más importante; contribuye a la estabilidad social, pero también al embrutecimiento e insensiblización del público.
- Formar o educar, es decir, tener contenidos específicos cuya finalidad sea la adquisición de conocimientos por parte del espectador. La televisión educativa, especialmente los documentales de naturaleza, las grandes series de ambientación histórica, las adaptaciones literarias o el teatro televisivo, fueron los programas estrella; los concursos presuntamente culturales, escandalosamente manipulados.
- Informar, dar a conocer todo aquello que pueda ser relevante para el público y éste deba conocer.
Los mass media resultan indispensables como herramientas de comunicación y presencia pública para todo tipo de agentes económicos, sociales y políticos.
Los mass media desde el ámbito metodológico: la Profesora Clara Ferrão Escola Superior de Educação de Santarém, Portugal, en su libro “Los Mass Media y el Aprendizaje de Lenguas: Otros modos de Comunicación e Información en el Aula!”, expone que los mass media son muy distintos y han conocido destinos diferentes en las aulas; sus articulaciones en el interior del aula pueden traducirse en las disposiciones oficiales, en los manuales, en los materiales, en las prácticas, en las obras sobre la Didáctica de las Lenguas. Es evidente que los mass media han hecho su entrada en el aula por el interés por el documento autentico que se ha caracterizado el inicio de la introducción del enfoque comunicativo.
Jesús Vicens, en su libro “El Valor de la Salud, una reflexión sociológica sobre la calidad de vida”, en el subtema titulado “Contaminación Psíquica de los Mass Media” expone que los medios de comunicación de masas están especialmente mimados por la economía moderna, aunque representa un verdadero contexto entrópico sobre la psique, particularmente la publicidad.
La promesa de información y comunicación de los mass-media se esfuma y pasa a ser el conducto subliminal más propicio a la contaminación ideológica y psíquica. Se informa de lo que se quiere y cuando se quiere, según los intereses políticos. En contrapartida, la conciencia ecológica busca favorecer las comunicaciones directas, claras, globales y personales, proponiendo un uso a escala humana de los medios de comunicación, esto es, en comunidades territoriales más pequeñas que faciliten la participación, y una experiencia social compartida en vez de una actitud pasiva deteriorante.
Los mass media son hoy en día medios de entumecimiento de la mente. La información se entremezcla tanto con la publicidad y propaganda como con el entretenimiento y el pasatiempo. La recepción solamente puede ser pasiva debido a la magnitud de los medios. Los mass-media se han convertido en los vehículos más eficaces de manipulación: la publicidad, por ejemplo, ha conseguido alcanzar la cota más alta de engaño en cuanto al producto que vende o servicio que ofrece. Es el medio más eficaz, también de prostitución del lenguaje. Pervertir el sentido de las palabras o la semántica de las frases.
Los mass media han conseguido confundir la información, de la que podrían ser portadores, con la persuasión (ambas interesantes y necesarias si se distinguen contextualmente). Ya no puede diferenciarse lo que se ofrece en la publicidad con la fantasía que despierta, lo cual es una realidad tan real como el producto: de ahí la rentabilidad de la mentira, de la contaminación psíquica, que lleva a utilizar la imaginación no para el desarrollo creativo de una actividad, sino para la proyección psicológica de muchas neurosis retenidas.
Por otra parte, algunos escritores consideran al gran público como algo mítico y poco realista Robert O'Hara, por ejemplo, en su libro Media for the millions, llama al público masivo una de las grandes falacias de la comunicación de masas. En varios de sus libros Ayn Rand afirma que los miembros individuales del público son reales, pero los públicos masivos son irreales. A pesar de tal escepticismo, muchas personas consideran que el concepto de gran público tiene razón de ser y tal vez es la clase de público en que más se piensa cuando se habla de público masivo. Los miembros de este público general y amorfo no se sienten relacionados con otros miembros con los cuales tienen poco o nada en común. Entran en contacto con los medios de comunicación de una forma atomizada y personal sin tener una sensación de compañerismo con los demás. En este sentido los miembros del gran público son más independientes o individualistas en su contacto y en su respuesta a los medios masivos de comunicación que el segundo tipo de público masivo.
Luego de exponer puntos de vista sobre la perspectiva que tienen diversos autores sobre los Mass Media, ahora hablaremos sobre éstos en la Estética y la forma en que afectan nuestra percepción.
En su libro “Morfogénesis del Objeto en Uso”, Mauricio Sánchez Valencia explica que el objeto con valores estéticos, y debido a su calidad identificativa y designativa, se convierte en revelador de cultura, lugar de referencia de la identidad de un grupo, y quizá por ello es uno de los filtros más eficientes, en el sentido de que tanto los mass media como otras culturas hacen sus descargas informativas, proponiendo procesos de metaculturización e hibridación. Lo negativo de estos procesos radica en que:
· La cultura que los recibe no pueda metabolizar esa información y puede terminar siendo alienada o, en casos extremos, borrada su identidad.
· Entrada del consumismo, que primero crea la necesidad y luego ofrece la solución. Es un inventor de mentiras sociales camufladas en estereotipos, ideales y status inexistentes.
· La velocidad de la información, hace que el objeto tenga tiempos muy cortos con el usuario y sea cambiado por otro y otro y otro, coartando los procesos normales de relación y conocimiento.
Por lo tanto, la estética es el filtro ideal entre una cultura y otras y los mass media, porque:
a. Al pasar por ella permite que se den procesos de metabolización, aumentando el bagaje de cada identidad;
b. Normaliza al consumismo, siendo radical y selectivo y
c. Dilata la velocidad y tiempo de la información, ya que permite procesos de residualidad y por tanto de memoria.
Así mismo Alberto Fernández Hoya y Pau Sanmarín Ortí en su libro “Éxodos, Estética y Teoría Literaria” presentan la perspectiva de los mass media y la estética desde la visión de Ortega, este decía “Masa es el hombre medio”. De este modo se convierte lo que era meramente cantidad, la muchedumbre, en una determinación cualitativa: es la cualidad común, es lo mostrenco social, es el hombre en cuanto no se diferencia de otros hombres, sino que se repite en sí un tipo genérico.
En el tema de nuestro tiempo dice Ortega, que las masas se limitan a oponer su favor o su resistencia a los hombres de vida personal e iniciadora. Más, por otra parte, el individuo señero es una abstracción. Vida histórica es convivencia. La vida de la individualidad agregia consiste precisamente en una actuación omnímoda sobre la masa. No cabe, pues separar los “héroes” de las masas.
Robert Francés, en “Psicología del arte y de la estética”, explica que por cultura entendemos, de una parte, lo que es fabricado y construido por el hombre y cuya apariencia perceptiva es familiar en una sociedad dada (puede tratarse tanto de cuerpos geométricos, como de las formas y de las propiedades de objetos usuales o de monumentos), y de otra parte, lo que en este entorno es específicamente artístico y comprende las obras, cuyos reconocimientos sociales están vinculados al efecto de los mass media, de la tradición, y a los efectos del prestigio que estas obras producen en el momento que son, por poco que lo sean, consagradas.
Por su parte, Wenceslao Rambla en su libro “Estética y Diseño” expone: “Y como corolario de todo este desaguisado tenemos: que el tipo de experiencia artística suministrada por los mass media acaba por convertirse en una “norma” de toda experiencia artística para el consumidor, condicionado por la fuerza y hostigamiento de esos medios. Y lo que posiblemente sea peor: el que no pocos escritores, pintores o diseñadores para no perder a su público se acogen, más o menos descaradamente, a ese patrón operativo. Más todavía, esta industria cultural kitschificada puede crear, ¿no lo está haciendo ya desde hace algún tiempo?, nuevas modas asumiendo incluso posturas inconformistas, contestatarias y hasta radicales; susceptibles de ser transformadas, como la pescadilla que se muerde la cola, en más artículos y más acciones de consumo masivo”.
Podemos entonces concluir, que todos los seres humanos formamos parte de esa mass media y somos quienes le damos pie a los cambios a través de estos. Además, los mass media influyen en nuestro diario vivir de una forma inevitable, ya que estamos rodeados de ellos. Lo que nos lleva a consumir de forma compulsiva y siempre deseando estar en lo IN dejando a un lado lo OUT. Estos son clichés utilizados por muchas personas hoy en día.
Además los mass media influyen en la percepción que tenemos sobre el arte, la música, la literatura; entre lo bello y lo desagradable, ya que nos forman estereotipos mentales que nos orillan a aceptar lo que todos toman como bueno, bonito, hermoso, estético, completo, entre otras clasificaciones que le damos a las cosas.
La influencia que recibimos de los mass media hace que perdamos nuestra identidad, nuestra individualidad y hasta nuestro criterio de consumo, esto se ve reflejado al momento de comprar algo, que aunque para nuestro criterio no sea lo más bello o lo mejor, por el simple hecho que ha tenido mayor publicidad o porque lo hemos visto en muchos lados, terminamos comprándolo.
Además, pueden llegar a desvirtuar nuestro punto de vista en base a la estética, ya que como se menciona en el párrafo anterior perdemos toda noción sobre lo que nos gusta o no, sobre lo que aceptamos o rechazamos, sobre lo que es estético o no a nuestros ojos, y simplemente nos dejamos llevar por lo que las masas opinan, desean y buscan.
Muchas veces, por no decir siempre, preferimos lo que denominamos como B3: BUENO, BONITO y BARATO, sin importar que sean copias de obras famosas. Se debe considerar en este aspecto que muchas personas optan por comprar en lugares de distribución masiva que en lugares exclusivos, ya que harán un bien a su bolsillo, pero limitan su espacio creativo.
Como parte de esa gran masa, que nos absorbe, nos devora y nos minimiza, no estamos excluidos de ser seducidos por sus pasiones más bajas, por sus fines sin fundamento y sobretodo por adueñarse de lo poco que nos queda: CRITERIO y CREATIVIDAD.
Uno es quien decide lo que para sus ojos está bien o está mal… que esa masa amorfa en la que vivimos no contamine nuestro ser… sé creativo, sé tú mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario